domingo, 13 de febrero de 2011


Capitulo 16

Un nuevo día…una nueva historia que contar. Íbamos siguiendo el camino, y como siempre yo iba cargando a mi amo, ese hombre estaba más gordo que nunca, cada vez pesaba más! Debería de cargarme a mí a ver si baja unos kilitos. En vez yo bien apuesto como siempre y con mi hermoso cabello, mis ojos bien grandes y negros, y sin dudar mis músculos bien marcados y sexys. A lo largo del camino vimos un hombre montado en una yegua, y como siempre don Quijote interesado en saber quién es. Rápidamente nos acercamos al y mi amo le hablo, el señor dijo llamarse don Diego de Miranda. A como seguían el camino si iban conociendo, don Quijote le ofreció seguir el camino juntos. Don Quijote le fue hablando acerca de sus aventuras, y como siempre lo creyeron loco. Don Diego iba algo triste, se notaba en su rostro. Mi amo le pregunto que si algo le pasaba, y él le conto que no estaba muy feliz ya que su hijo estaba estudiando leyes en la universidad de Salamanca, pero de un momento a otro cambio de parecer y dejo la universidad y se intereso en la poesía. Don Quijote lo trato de animar y le dijo que no tenía que estorbar en los sueños de su hijo, él señor lo considero y le dio la razón al gordo de mi amo. Vimos venir un carro lleno de banderas reales, y con verle la cara de mi amo, vi notar una nueva idea y una aventura que está por comenzar.

Capitulo 17

Sancho se atraso un poco, porque les compro queso a unos vendedores. Ese hombre si que no se cansa de comer, por dicha no me toca llevarlo y le toca al burro porque si no estuviera aquí. Sancho coloco un poco de queso en la celada de don Quijote, luego se coloco la celada y con ese enorme sol que pegaba el queso se derritió poco a poco que mi amo pensó q era sudor, pero después seguro le llego ese olor a queso, entonces se quito la celada y vio todo el queso derretido. Don Quijote le hecho la culpa a los encantadores del carro. Mi amo estaba muy enfadado tanto que le pregunto a los encantadores que era lo que traía en su carruaje, el encantador dijo que traía dos leones para el rey. Le dijo al hombre que abriera la jaula que quería luchar contra ellos. Yo estaba más asustando que un chiquito de un payaso, al igual que sancho nos movimos unos cuantos pasos atrás. Cuando el señor abrió la jaula los leones volvieron a ver a don Quijote y luego se acostaron a dormir. Mi amo se quería hacer famoso y le dijo a los encantadores que les contara a todo el mundo lo sucedido ¡Que hombre! Sin dudar una cualidad de este hombre es que es valiente, lástima que huele a queso JAJA.

Capitulo 18

No teníamos donde dormir ni comida, así que muy generosamente don Diego nos invito a quedarnos uno días en su casa. Era una hermosa casa pero lo mejor de todo fue la comida, me alimentaron como un rey. Comí tanto que ese cuerpo musculoso y sexy que tenia se me fue. Como no podía entrar a la casa porque soy un caballo me llevaron al establo que quedaba justo a la par de la casa, donde podía ver todo lo que sucedía dentro de la casa por la ventana. Al día siguiente vi a mi amo conversando con el hijo de don Diego, Lorenzo. No se dé que tanto hablaron pero seguro Lorenzo pensó que estaba loco, como todos. El siguiente día don Quijote decidió que era hora de marchar y dijo que un caballero no podía pasar mucho tiempo sin tener una aventura. Lo más triste de todo era que no iba a poder comer tan rico y estoy seguro que Sancho pensaba lo mismo

1 comentario:

  1. Jajajajajaja, ay Safiano!!! me has hecho reir. Muy bueno!!!! Como quien dice, muerto de hambre!!

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